Backgammon
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El backgammon es un juego
de 2, que se desarrolla en un tablero formado por 4 cuadrantes o
tableros, 2 internos y 2 externos. Cada tablero está formado
por 6 "puntos" alternados negros y blancos. Cada jugador
tiene 15 fichas, blancas o negras, y un par de dados.
Este juego que ha cautivado a millones de entusiastas
sólo en parte depende de la suerte.
Aunque la suerte juega un papel importante, los
jugadores tienen a su disposición numerosas opciones de para
bloquear al oponente en distintas situaciones. La victoria requiere
una adecuada planificación, además de la suerte.
Aquí algunas estrategias utilizadas en el
juego de backgammon:
Jugar en nuestro tablero: se centra en la estrategia
de hacer más picos en el tablero propio. Esta estrategia
tiene 2 ventajas. Al hacer muchos picos en el tablero interno propio,
se consigue complicar el escape del oponente. La segunda ventaja
es que, al atacar los blots del contrincante, éste tendrá
dificultades para volver a introducirlos, evitando por tanto que
continúe en la partida y dándonos un control completo
sobre el tablero.
Combinación: combina la creación
y el escape o, en otras palabras, la construcción de nuestro
tablero teniendo en mente los dos corredores del tablero interno
del contrario.
Juego arriesgado: se asumen riesgos exponiendo
blots, para crear posiciones ventajosas o tentar al oponente para
que nos ataque. Al contrario que el juego seguro, los riesgos pueden
llevar a la victoria, pero también pueden derivar en una
derrota. Riesgo seguro: proteger los blots exponiendo otros que
tienten al oponente.
Escape: se centra en escapar del tablero interno
del oponente. 2 de nuestras fichas se sitúan en el tablero
interno del oponente. A nosotros nos interesa hacerlas escapar tan
pronto como sea posible, especialmente si el contrincante está
construyendo su tablero. Existen 2 lanzamientos que nos lo permitirán:
6-5 y 6-6. Cualquier otra combinación deja dos blots en el
tablero.
Juego de retaguardia: crear numerosas anclas en
el tablero interno del oponente, evitando así que pueda rescatar
sus fichas y forzándolo a exponerlas al ataque.
Juego seguro: se centra en dejar el menor número
de blots posible. Esta estrategia sugiere la creación del
mayor número de picos del tablero como sea posible, evitando
que el contrincante ataque nuestras fichas.
Sin embargo, esta estrategia no siempre es ventajosa,
ya que no nos crea oportunidades de ganar la partida, que sí
son aprovechadas por el oponente. Debemos tener en cuenta que una
partida larga y agotadora conlleva sus riesgos y la suerte juega
un papel relevante, un lanzamiento doble alto puede permitir al
contrincante escapar de nuestro juego.
Conclusión: dependerá del análisis
de los movimientos del contrario, identificar su estrategia y emplear
la contraria.
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